LEYENDA DE LA SEMANA

Arquero Cristiano

EL CRISTO DE LAS AGUAS

LEYENDAS DE LA CIUDAD DE TOLEDO

Guerrero Musulmán

A BUEN JUEZ MEJOR TESTIGO

CRISTO DE LA LUZ

LA MANO HORADADA

LA PEÑA DEL REY MORO

LUZ IMPERECEDERA

PUENTE DE SAN MARTÍN
LA JORCA DE ORO O VOLVERSE LOCO DE AMOR
LA CUEVA DE HÉRCULES Y EL PALACIO ENCANTADO

PRÓXIMA LEYENDA

 

Mi Princesa de Alcobendas

En Toledo, nada es casual y todo pasa por algo, aún a día de hoy en la actualidad las calles de toledo nos regalan leyendas que heredan de la antiguedad pero que cada día hacen de estas calles un lugar aun más mágico, haciendo que algunas de sus leyendas mas importantes revivan de nuevo inundando estas calles aun de pasión, sandre y amor.. Hay Leyendas que empiezan donde terminan otras, todos hemos oido hablar sobre la leyenda de la Peña del Rey Moro en las Noches de Luna llena Abul-Walid se ve desde la ciudad de Toledo subido en su peña repasando las rutas por donde paseaba con su amada, separados por el río Tajo como una carcel que le impide juntarse con su princesa. ¿Pero acaso la leyenda terminó allí? Han pasado varios siglos y durante ese tiempo Abul-Walid cada noche de Luna llena sube a la Peña buscando enmendar su error desde hace ya unos siglos, intentando acercarse de alguna manera a su amada... haciendo que la Luz de la Luna inunde de mágia aquella peña, sólo una historia de amor verdadero le liberará para siempre y le acercará a su amada... aunque para eso tenga que esperar varios siglos..

Dice la Leyenda que hace muy poco muy poco muy poco tiempo en un lugar no muy lejano del reino de Toledo, habitaba un joven toledano, extaisado por la leyenda de la peña del Rey Moro y por la historia de Abul Walid cada noche de Luna llena, subia a la peña con el propósito de contemplar una ciudad tan bella como Toledo, dejar su mente en blanco, volar por la historia de Toledo. Abul compartiendo su piedra sin incomodarle observaba al joven preguntándose que le llevaría a subir allí cada noche y empaparse de su mágia, por su piedra durante siglos habían pasado miles de personas, pero ese joven era especial y aun no sabía el motivo. Lejos de aquella mágica ciudad se encontraba la respuesta y la llave de su liberación, en un reino muy cercano, pero aun ninguno de los dos la sabían....

Dice la Leyenda que Abul-Walid enfermó de pena, y durante siglos llenó de magia las calles de Toledo esperando el retorno de su amada. Pero un extraño día hace muy poco tiempo Abul impulsó al joven toledano a salir de la ciudad de Toledo, ya que sabía que si en algún momento el joven encontrara a SU PRINCESA, el joven toledano la llevaría a su piedra y él les inundaría de magia para que la leyenda continuará y así poder quedarse en paz.

Paso mucho tiempo…muchas relaciones..muchos intentos…hasta que finalmente el joven que también iba en busca del amor se dio por vencido..y siempre que podía iba a visitar a Abul en busca de consuelo. Pero un día sin saber por qué el joven conoció una niña que llamó su atención.

Poco a poco ese Joven, sin saber por qué fue acercándose más y más a esa niña, y casi sin saberlo fue cautivando su corazón, aquella forma de mirar, su sonrisa, esas arruguitas en la nariz que le salen al sonreir, su ternura le fueron acercando a ella cada vez más, y fue lo que poco a poco derruyó el muro que con el paso del tiempo había construido sobre su corazón. Pasó un tiempo hasta que aquel Joven volvió a la piedra, algo había cambiado. Sí otra vez más había ido sólo, otra vez más perdía sus pensamientos en la silueta de la ciudad de Toledo, otra vez más sentía la energía de Abul-walid pero esta vez la mirada del joven parecía diferente, perdida ensimismado en sus pensamientos y a la vez con un brillo especial, Abul-Walid se dio cuenta que de vez en cuando sonreía y su mirada se enternecía, Abul se dio cuenta que ahora si necesitaría de toda su ayuda.

Pasaron días, semanas y a Abul se le hicieron eternas, pero una noche un sábado de Luna llena, como no podía ser de otra forma, el joven apareció de nuevo en la piedra, pero para la sorpresa de Abul esta vez no apareció sólo, le acompañaba una niña de rostro angelical en la que logró ver toda la fuerza de su Pricesa en el pasado, Abul en ese mismo momento entendió que su momento había llegado, y que necesitaría de toda su fuerza, de toda su magia para guardar al joven toledano y a su princesa, para librar a aquella joven niña de una fuerza oscura que le acompañaba. Aquella noche Abul concentró toda su magia en cubrir a ese joven toledano y a su princesa con toda su magia dejando a un lado las calles de Toledo, la fuerza de la luna llena haría el resto.

 

TOLEDO AL DIA

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