Con
la entrada de los Visigodos en la Ciudad Imperial en el año
418, Toledo se convertirá en el centro político
cultural y artístico del reino Visigodo, convirtiéndola
en la Capital del reino. Desde la conversión de recaredo
al cristianismo, junto a la nobleza Toledo también se convertirá
en el centro religioso y sede metropolitana. Viéndose marcada
esta nueva vertiente religiosa por los concilios I, IV, VI, IX,
XI y XVII.
De la cultura visigoda apenas quedan restos
materiales, aunque numerosas basílicas han logrado subsistir
a poderosas conquistas como :
Basílica de Asta Leocadia, conocida
como Cristo de la Vega, en cuyo interior tuvieron lugar todos
los concilios anteriormente mencionados.
Basílica de Sta María conocida también como
por Sta Mª la Blanca.
San Román es hoy la basílica por excelencia guardando
en su interior la mayoría de los tesoros visigodos aunque
estos se encuentran repartidos por otros diferentes templos de
la ciudad de Toledo.
La
ciudad pasa a mano de los árabes siendo el rey visigodo
Don Rodrigo, que pasaría a la historia a través
de una leyenda como no puede ser menos como el rey que dio a los
Árabes Toledo sin apenas resistencia. |